En un día cualquiera, un adulto respira cerca de 7,570 litros de aire. Y puede pasar hasta 90% de ese tiempo dentro de un edificio. Con esta simple ecuación, la Calidad del Aire Interior (CAI) deja de ser un asunto técnico y se convierte en un factor que determina salud, concentración y rendimiento. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) la sitúa entre los cinco principales riesgos ambientales, y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que la mala CAI provoca más de 4 millones de muertes al año desde 2021.
El Documento de Posicionamiento de ASHRAE Filtration and Air Cleaning, elaborado por la Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE, por sus siglas en inglés), define la CAI como los tipos y concentraciones de contaminantes biológicos y no biológicos capaces de afectar confort, salud, productividad y aprendizaje. Esto incluye materia particulada, compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles, gases inorgánicos, vapor de agua y olores. Sus niveles dependen de emisiones interiores, ventilación, infiltraciones y procesos físicos como sedimentación o reacciones químicas.
En el comercio detallista, la CAI se vuelve una variable operativa diaria. En supermercados, tiendas de conveniencia, departamentales, CEDIS y almacenes, la ventilación y el control ambiental influyen en la eficiencia del personal, la conservación de productos y la experiencia del cliente. Desde el manejo de mercancía hasta la permanencia en tienda, el aire condiciona la operación.
El caso de estudio Indoor Air Quality Assessment in Grocery Stores, publicado en Applied Sciences, señala que el aire interior en tiendas de conveniencia y supermercados es vulnerable al deterioro por contaminantes. Identifica mezclas de sustancias que ingresan desde el exterior (tráfico y actividades industriales) y otras que se generan en el interior por el comportamiento de los ocupantes, los materiales del edificio, el mobiliario y los productos de consumo y limpieza. Este conjunto crea un escenario de exposición constante para trabajadores y clientes.
ASHRAE documenta efectos concretos asociados a contaminantes interiores: enfermedades respiratorias infantiles relacionadas con aparatos de combustión; asma vinculada a compuestos orgánicos volátiles; síntomas respiratorios por productos químicos domésticos; efectos de ftalatos; exposición al radón y cáncer de pulmón; presencia de alérgenos; transmisión de enfermedades respiratorias y episodios de intoxicación por monóxido de carbono.
Para el retail, la CAI influye en seguridad, continuidad operativa y percepción del cliente. Expo ANTAD 2026 reunirá a proveedores capaces de responder a estos desafíos con soluciones aplicables a edificios comerciales y al equipamiento que sostiene la operación de tiendas de autoservicio y supermercados.
Según Indoor Air Quality Assessment in Grocery Stores, existen tres retos clave en espacios de autoservicio. La alta circulación de personas y la operación continua mantienen el aire en movimiento, pero no siempre en condiciones adecuadas.
Las zonas abiertas, por su parte, dificultan la renovación y el control térmico, mientras que los accesos frecuentes permiten el ingreso directo de contaminantes del exterior. A esto se suma la estratificación térmica, que altera la distribución del aire y complica mantener niveles estables de CO₂, humedad y partículas, presionando a los sistemas HVAC.
Por su parte, ASHRAE plantea tres pilares para elevar la CAI en edificios comerciales como plazas, supermercados y tiendas del retail:
Además de estas estrategias generales, las tiendas pueden iniciar con prácticas operativas que mejoran la CAI de manera constante:
Cada una de estas prácticas exige equipos y soluciones de climatización que sostengan la operación diaria de los establecimientos comerciales. Esto abre una oportunidad directa para los proveedores de Mobiliario y Equipamiento que participan en Expo ANTAD 2026.
Para los operadores del retail, mejorar la CAI aporta beneficios visibles en la operación diaria. Una gestión adecuada del aire reduce riesgos para el personal y disminuye el ausentismo; estabiliza las condiciones ambientales que requieren los productos sensibles; y facilita el cumplimiento de normas técnicas. Los análisis coste-beneficio citados por ASHRAE muestran que las mejoras en salud y productividad compensan los costos de aplicar estrategias de control de fuentes, ventilación y purificación.
La CAI influye también en la experiencia del cliente. Espacios con parámetros estables favorecen la permanencia y el flujo de compra, mientras que un sistema HVAC eficiente reduce cargas energéticas y optimiza recursos en el mediano plazo.
El mercado demanda sistemas HVAC eficientes, mobiliario técnico, encapsulados, filtros avanzados, sensores y diseños enfocados en mejorar la CAI en tiendas. También requiere plataformas de monitoreo en tiempo real que permitan ajustar parámetros sin interrumpir la operación.
Los compradores llegan a Expo ANTAD 2026 buscando soluciones con impacto comprobable: menor consumo energético, control ambiental preciso y condiciones de trabajo mejor reguladas. Para proveedores de climatización, mobiliario técnico, iluminación inteligente o tecnologías de medición ambiental, el evento representa un espacio donde la calidad del aire interior se convierte en un motor directo de negocio para el equipamiento de establecimientos comerciales.
Fuentes:
1- ANSI/ASHRAE Standard 62.1-2025, Ventilation and Acceptable Indoor Air Quality.
https://www.ashrae.org/technical-resources/bookstore/standards-62-1-62-2
2- WHO Guidelines for Indoor Air Quality: Selected Pollutants, Organización Mundial de la Salud, 2010.
https://www.who.int/publications/i/item/9789289002134
3- Baptista, T.; Almeida-Silva, M.; Silva, D.; Diogo, C.; Canha, N. Indoor Air Quality Assessment in Grocery Stores. Applied Sciences, 2022, 12, 12940.
https://doi.org/10.3390/app122412940